⁰² Talbot Lago T26C

Talbot
Monoposto Grand Prix

La historia del Talbot-Lago T26C cruza carreras de Grand Prix y Sport y además la preguerra y la posguerra. En versión monoposto cosechó varios puntos en el campeonato de Fórmula 1 y ganó algunas carreras también, y en versión sport se adjudicó las 24 Horas de Le Mans de 1950 marcando el hito deportivo más relevante de la historia de la marca cuando Louis Rosier se alzó con la victoria cediendo el volante solo durante 20 minutos.

A mediados de los ’30, Antony Lago, italiano residente en Francia, comenzó a trabajar en Inglaterra en la Sunbeam-Talbot-Darracq. Gracias a su esfuerzo logró recuperar la fábrica Talbot de Suresnes luego del colapso financiero de la empresa.

Con la intención de resucitar la marca Talbot comenzó a trabajar en los aspectos mecánicos que debían tener los nuevos autos: suspensión delantera independiente y motor de seis cilindros en línea. Nombró para ello a Walter Becchia como jefe de diseño, quien venía con experiencia en los FIAT de Grand Prix.

El nuevo Talbot se consagró como protagonista con el 1-2-3 logrado en el Gran Premio de Francia para autos sport.

Para la temporada 1938 el reglamento cambió permitiendo motores de 3 litros con sobrealimentación o de 4.5 normalmente aspirados. En el Gran Premio de Francia los alemanes de Mercedes-Benz hicieron un 1-2-3 pero el cuarto puesto fue ocupado por un Talbot de Grand Prix que era básicamente un auto sport sin equipamiento de calle. La victoria llegó en las 12 Horas de París con un auto similar.

Con la guerra marcando un paréntesis, Lago desarrolló un monoposto que sería el antecesor del T26C con la tecnología que tenía accesible, es decir adaptando y reformulando material existente. Chasis de largueros y travesaños en acero, suspensión con ballestas y amortiguadores hidráulicos y frenos de tambor accionados por cable. El motor con cárter seco era en aleación con tres carburadores y desarrollaba 210 BHP a 4.500 RPM. Donde innovó fue en la adopción de una caja de velocidades Wilson con el cardan a un lado de manera asimétrica, permitiendo así bajar el centro de gravedad del auto al tener al piloto sentado más bajo.

La primera carrera luego de la guerra fue en Francia, en el Bois de Boulogne donde ganó Jean-Pierre Wimille con una Bugatti y en segundo lugar Raymond Sommer con un Talbot. La victoria llegó en el Gran Premio de Francia de 1947 de manos de Louis Chiron.

Para 1948 el reglamento establecía motores de 4.5 litros aspirados o 1.5 con compresor mientras el nuevo auto iba tomando forma.

El nuevo monoposto, llamado ahora Talbot-Lago, tenía su principal evolución en el motor de seis cilindros en línea. Era una versión de doble árbol de levas a la cabeza, cámara hemisférica y válvulas más grandes que con estas modificaciones le permitía erogar 240 BHP. La caja de velocidades Wilson con pre-selectora permitía al piloto no sacar las manos del volante además de poder frenar bajando de marcha. El cardán se ubicaba también a un costado pero más corrido del centro permitiendo al piloto sentarse más abajo todavía. Los frenos eran a tambor Lockheed de 16 pulgadas.

El debut fue en el Gran Premio de Mónaco con Louis Rosier pero debió abandonar con problemas de motor.

Para la temporada 1949 Alfa Romeo se mostraba muy sólida con las Alfettas pero el consumo de combustible y la fiabilidad eran puntos a favor de los autos franceses. Esto les permitió a Rosier ganar el Gran Premio de Bélgica y adjudicarse el campeonato francés.

Para la temporada 1950 los motores equipaban tres carburadores horizontales Zenith, mayor compresión, y un cigüeñal más robusto junto a una tapa de doble encendido logrando 280 BHP a 5.000 RPM.

Los primeros dos autos de la temporada utilizaban chasis de la temporada anterior con el nuevo motor, debutaron en el Gran Premio de Europa en mayo con Giraud-Cabantous llegando en cuarto lugar detrás de las Alfettas.

Luego se fabricaron dos autos nuevos desde cero, siendo el primero de ellos s/n 110051 el auto en exhibición en Autoclásica 2018. Debutó en el Gran Premio de Suiza el 4 de junio logrando el tercer puesto.

Los Talbot-Lago corrieron hasta 1952 cuando la categoría mutó a Fórmula 2 y unos cuantos años más en carreras locales. En total lograron cinco Grandes Premios, nueve victorias en otras carreras además del éxito de Le Mans y sumado a esto el gran orgullo de Tony Lago, nadie se mató en uno de sus autos.

Este auto s/n 110051 corrió como auto oficial durante la temporada de 1950. Luego en 1951 fue vendido con los otros tres “twin Spark” a privados, siendo este comprado por Georges Grignard quien lo tuvo durante 20 años hasta venderlo a Thomas Roberts en Inglaterra. Luego en 1979 fue vendido al coleccionista inglés Robert Cooper quien a su vez lo vendió a Peter Mullin y Jim Hull. En 1991 fue vendido nuevamente y adquirido finalmente por el dueño actual en 2006.

Antes de su participación en las 500 Millas de Rafaela de 1950 en manos de Juan Manuel Fangio, este auto ganó el Gran Premio de Holanda conducido por Louis Rosier batiendo al mismísimo Fangio y a José Froilán González que se perfilaban como los favoritos.

La última carrera del año era la de Rafaela, y para la ocasión llegaron a Argentina tres Talbot-Lago para Fangio, González y Rosier. La carrera fue un monólogo del balcarceño que, con el número 2 pintado, logró ser el más veloz en prácticas y finalmente en la extenuante carrera.

Este monoposto es sin dudas una pieza clave en la historia de las carreras de monoposto en el mundo, y de la historia local argentina.